El reciente incidente en una secundaria básica de Las Tunas, donde un estudiante hirió a otro con un lápiz tras sufrir acoso escolar, destapa un problema más profundo: el aumento de la violencia en las escuelas cubanas.
El psicólogo Sergio Llanes, entrevistado por Martí Noticias, aseguró que este tipo de episodios no son hechos aislados, sino el reflejo de una sociedad marcada por la violencia.
“La educación empieza en la casa. Si en el hogar no hay formación, en las escuelas cubanas tampoco se educa: allí no se enseña ciudadanía ni convivencia, sino ideología. Los niños reproducen la violencia que viven todos los días en la sociedad”, explicó Llanes.
Bullying y consecuencias a largo plazo
El experto subrayó que el bullying es un fenómeno poco estudiado en Cuba y que sus efectos no deben minimizarse.
“Un niño acosado desarrolla enfermedades emocionales y físicas a lo largo de su vida. El agredido queda con temor permanente, y el agresor aprende que la violencia es la única respuesta posible”, advirtió.
La violencia en la escuela de Las Tunas
La Dirección General de Educación de Las Tunas emitió un comunicado para aclarar lo ocurrido el martes, 2 de septiembre, en la escuela secundaria básica Wenceslao Rivero, tras un altercado entre dos estudiantes que generó gran repercusión en redes sociales.
Según videos compartidos en Facebook, la disputa se produjo dentro de un aula y terminó cuando uno de los alumnos utilizó un objeto punzante para agredir a su compañero, lo que provocó alarma por la violencia de la escena.
El director de Educación en el municipio, Eulicer Escalona Escalona, explicó que el incidente tuvo lugar minutos antes de la salida de los estudiantes. Indicó que “uno de ellos, con el empleo de un lápiz, ocasionó rasguños en el rostro de su compañero, sin consecuencias físicas graves”, hecho que fue certificado por un médico del policlínico local.
Escalona añadió que ya comenzaron los análisis con los alumnos involucrados y sus familias, y que de este proceso se derivarán medidas disciplinarias y administrativas con el fin de evitar que situaciones similares vuelvan a repetirse.
El rol de la familia
Para Llanes, la familia es el núcleo clave de la prevención.
“El niño amado nunca responde con agresión. Pero cuando la familia está disgregada, cuando falta afecto y cuidado en los primeros años de vida, se siembra la semilla de futuros comportamientos violentos”, subrayó.
El psicólogo sostuvo que el sistema escolar cubano no tiene herramientas para enfrentar estos problemas y, en muchos casos, los reproduce.
“Desde la llegada de la revolución, el adoctrinamiento generó comportamientos agresivos hacia quienes no estaban con el gobierno. Esa violencia inducida se trasladó a las aulas y hoy es parte del problema”, afirmó.
Drogas y descomposición social
Además del bullying, Llanes alertó sobre el crecimiento del consumo de drogas entre adolescentes.
“La isla está repleta de droga. La adicción desconecta a los jóvenes de la realidad y, en cierto modo, al gobierno le conviene, porque evita que piensen en los problemas políticos y sociales que vive Cuba”.
El especialista concluyó que si no se actúa de forma preventiva, las consecuencias serán graves.
“La violencia que hoy vemos en las aulas es solo una muestra de lo que enfrentará Cuba como sociedad en los próximos años si no se fortalece la familia, la educación en valores y la atención psicológica”.
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